Eastern Cape, Sudáfrica: Nuestro Segundo Hogar.

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Un vínculo especial con Sudáfrica: recuerdos de los mejores veranos.

¿Cuántas veces echamos la vista atrás recordando anécdotas pasadas para darnos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo sin apenas enterarnos?

Nada más aterrizar en Port Elizabeth, hacía cuentas de la última vez que había estado allí. Fue en verano del 2008, hace 13 años y sin embargo, todo parecía estar igual que entonces. Desde que Juan Antonio y mi padre -Álvaro senior- fundaran Camino Real Hunting Consultants en 2004, mis veranos pasaron del calor abrasador propio de las playas de Andalucía al del trabajo como traductor, guía de caza y acompañante de todos aquellos españoles que contrataban un safari con nosotros en Sudáfrica.

Durante 4 años, desde los 14 hasta los 18, destiné los 3 meses de verano a trabajar allí, convirtiéndose sin duda, en una de las mejores experiencias de mi vida y la razón por la que, desde muy joven, quise hacer de mi mayor afición, una forma de vida.

John X Safaris, mucho más que un simple socio.

John X Safaris, nuestro socio outfitter, es mucho más que un socio al uso. Los inicios de nuestra relación se remontan unos cuantos años antes a la constitución de Camino Real Hunting Consultants, aunque no fue hasta el 2004 cuando establecimos con ellos una relación comercial. En aquellos años, Carl Van Zyl y su hermana Lee -todavía muy jóvenes- tomaban las riendas de un negocio que habían comenzado sus padres Rick y Sue años atrás. Pese a su juventud, la capacidad de trabajo y sacrificio constante que han demostrado durante todos estos años, su carácter, los dotes comerciales y la incuestionable visión de negocio, les han permitido hacer de su compañía, la número 1 en Sudáfrica. 

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Acostumbrados a trabajar con distintos outfitters por todo el mundo, podemos asegurar que nunca hemos conocido a unos profesionales con la categoría de John X Safaris. Carl y su equipo pueden estar orgullosos de lo que han conseguido. Los territorios de caza, ubicados en la provincia del Eastern Cape, gozan de una abundancia de especies difícil de imaginar, los campamentos son de una calidad asombrosa y el trato recibido por parte de los cazadores profesionales y personal de campamento es absolutamente inmejorable. Independientemente de que sea la primera vez en África o la décima, nunca dejan de sorprender.

Volar hasta Sudáfrica y otras preocupaciones que se nos plantean sobre el país.

Desde España y otras partes de Europa, existen multitud de combinaciones para volar a Port Elizabeth, el destino final de nuestro viaje. El acceso al país será por Johannesburgo, donde será necesario coger un vuelo doméstico hasta PE.

La entrada al país es sencilla y no implica dificultad alguna. Basta con presentar una prueba PCR negativa con 72 horas anteriores al vuelo que suelen pedir en el mostrador de la facturación antes de hacer el check-in. Además, es necesario rellenar un formulario de control con preguntas sencillas que nos pedirán en el control de pasaportes en Johannesburgo -y que nadie lee-.

Respecto al tema del covid, tomando las mismas medidas de prevención que empleamos en nuestro día a día, realmente no hay nada de lo que debamos preocuparnos en exceso. Desgraciadamente, estamos ya muy acostumbrados a que los medios de comunicación tiendan a exagerar y a rayarse con una misma noticia 24/7 sin descanso. Eso es precisamente lo que ha ocurrido con la tan sonada cepa sudafricana, que nos la han metido hasta en la sopa. Desde allí, no hemos tenido percepción de absolutamente nada relacionado con la gravedad de dicha variante. El país funciona con total normalidad y libertad de movimiento entre regiones.

Por otro lado, en las últimas semanas también hemos sido testigos de algunos altercados violentos por los que algunos de vosotros nos habéis preguntado. Dichos altercados son casos totalmente aislados que se producen en zonas remotas del norte del país, aproximadamente a 2.000 km de donde nos ubicamos en el Eastern Cape. En este sentido, nadie ha percibido nada en absoluto y viajar hasta aquí es del todo seguro.

Después de mucho esperar, por fin llegó el momento del disfrute.

Habiendo preparado este viaje con tanto tiempo e ilusión, éste fue uno de los tantos que nos vimos obligados a posponer en diversas ocasiones por motivos del covid. La última vez que lo hablé con el grupo, decidimos bloquear fechas con suficiente margen de tiempo y ceñirnos al plan.

El grupo lo componían 4 buenos amigos de Sevilla con sus mujeres y como buenos andaluces, venían dispuestos a pasárselo muy bien. Desde que embarcamos todos en Madrid, el ambiente no podía ser mejor. Tras un largo vuelo hasta Port Elizabeth y casi 2 horas de coche, nos veíamos instalados en Woodlands, la finca en la que se ubica el campamento principal. Como siempre, el recibimiento por parte del personal de campamento y los cazadores no pudo ser mejor.

Álvaro -el cabeza de grupo y al que desde Camino Real Hunting Consultants, sólo podemos dar las gracias por su implicación con nosotros- junto a su futura mujer María, cazarían con Clayton, Marcos y Clara con nuestro buen amigo Greg (Roy Boy), Isaac y Rocío con Martin -también cantante y guitarrista por las noches- y, por último, Antonio y Laura cazarían con Ed o Mr. Wilson, un gran cazador profesional además de un grandísimo amigo.

La hora de llegada nos permitió ir al campo de tiro a que todos se familiarizaran con los rifles, pues decidieron alquilarlos allí y quitarse el lío de viajar con armas, algo muy recomendable en los tiempos que corren. Los rifles, todos ellos equipados con buenos visores y correctamente puestos a tiro, nos permitió acabar rápido e ir a comer para reponer fuerzas, descansar un rato y salir a cazar esa misma tarde. ¡Empezaba la acción!

¡Empieza la acción!

La primera tarde, siendo la primera toma de contacto, sirvió para que nuestros amigos se quitaran la espinita con los primeros lances. Un nyala, un ñu negro, un springbuck, un steenbuck y un par de facos daban paso a una semana que, sin duda, prometía.

Noches de anécdotas para el recuerdo.

A pesar de lo cortos que son los días en esta época del año -no debemos olvidar que en Sudáfrica es invierno- la intensidad de los días, la tensión de los lances, el sol, la polvareda y el frío dejan agotado a cualquiera. Ante esto, se puede decir que, el mejor momento del día es llegar al campamento de noche cerrada con los deberes hechos, darse una buena ducha y disfrutar de una cerveza alrededor del fuego mientras unos y otros cuentan las anécdotas del día.

A continuación, sobre las 20:00, Lee solía llamarnos para cenar. Lee, como comentábamos antes es la hermana de Carl y es la persona encargada de gestionar toda la logística del campamento, además de las comidas. Es una persona que ha nacido para hacer el trabajo que realiza. La dedicación y el cuidado con el que trabaja es asombroso y por si fuera poco, siempre se encarga de que los clientes vuelvan a casa con algún kilo de más porque las comidas y las cenas que prepara, a base de exquisita carne de caza, arroces, verduras, fruta, es propio del mejor restaurante en el que ninguno de nosotros haya comido nunca. Por no hablar de los postres que cocina, que cuando uno ya no puede más, es prácticamente imposible no lanzarse.

Montería de springbucks.

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Para quienes no lo sepan, el springbuck, además de ser el emblema del equipo                nacional de rugby de Sudáfrica, es una de las especies de antílopes más abundantes del país. La sequía de este año, unida a un evidente exceso de población hace inevitable pensar que este año, la falta de alimento se llevará por delante un elevado número de animales. Por otro lado, la carne de caza tiene un valor muy alto, por lo que la pérdida previsible de animales, además de la impotencia que supone para los propietarios, lleva implícita una pérdida económica muy importante.

Ante esta situación y sabiendo la soltura que maneja nuestro grupo tirando a la carrera acostumbrados a las monterías en España, planteamos la posibilidad de organizar unos ganchos de springbucks, algo que ya habíamos organizado anteriormente y que suele ser muy divertido. Fue espectacular ver grupos de más de 150 springbucks entrar a toda carrera, a distancias entre los 50 y los 300 metros y ver como disfrutaban todos los componentes del grupo. En un par de horas y con los cupos hechos pusimos fin a una mañana divertidísima de muchos lances. Sin duda alguna, es algo que cualquier grupo que quiera unirse a nosotros ha de plantearse porque es una experiencia única.

Las mujeres, también a lo grande.

Pero si hay algo que realmente fue una sorpresa para todos nosotros es que, conforme avanzábamos con el safari, las mujeres también decidieron probar suerte, algo que para nosotros es siempre un orgullo. Es curioso ver -sin ser una excepción- como, acompañantes que jamás se habían planteado coger un rifle en España, deciden intentarlo tras unos días de safaris. Y es que, la falta de presión junto a lo llamativo de algunas especies, llaman la atención de cualquiera.

En nuestro caso, Rocío, que nunca había tirado, se decidió por un springbuck, un orix y una cebra cuyo lance no pudo ser más espectacular. Clara pudo hacerse con un orix cimitarra al que le calculamos entre 15-17 años -un anciano- y un blesbuck precioso. Finalmente, Laura, cobró un eland excepcional tras una entrada y un lance que no olvidaremos jamás. ¡Enhorabuena a todas ellas!

Una imagen vale más que mil palabras.

A modo de resumen, a continuación, os mostramos algunas fotos de los animales que pudimos cobrar en los 6 días completos de caza.

Y para terminar, os mostramos el lance de Álvaro a un eland del Cabo que resolvió de manera inmejorable, cuyo lance recordaremos siempre.

Si sueñas con ir a África, esta es tu oportunidad.

Si has leído este blog es porque eres cazador y si eres cazador, es imposible que no hayas soñado con la posibilidad de cazar en África al menos una vez en la vida. Si estoy en lo cierto, te animo a que te pongas en contacto con nosotros.

Sudáfrica está abierto a cazadores extranjeros con vuelos diarios desde España y otros países de Europa, de modo que no hay excusas. ¡Únete a nosotros para vivir una experiencia inolvidable!

Un abrazo y buena caza.

Álvaro Mazón (Jr.)

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